Entrevista del Anuario de la Economía Asturiana 2021.

«Seguiremos ofreciendo productos que mejoren la salud y la calidad de vida de las personas en un entorno sostenible»

«Este año hemos sido la primera empresa láctea española en obtener el certificado B-CORP por generar un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente a través de nuestra actividad»

¿Es posible una CAPSA FOOD cotizando en bolsa?

Esta es una decisión que compete al accionista, pero no está en la mesa a día de hoy. CAPSA es el vehículo que tiene nuestro accionista mayoritario, Central Lechera Asturiana SAT, para dar futuro a sus ganaderías familiares haciéndolas sostenibles en el tiempo. Hoy, el modelo de negocio que tiene definido tanto Central Lechera Asturiana SAT como CAPSA no requiere de una salida a bolsa para garantizar su sostenibilidad en el futuro ni para abordar otros proyectos de crecimiento inorgánico.

Uno de los retos más desafiantes que tenemos como sociedad es evolucionar el modelo productivo. En su caso, ¿cómo verifican que cumplen los estándares sociales y medioambientales más exigentes?

En CAPSA FOOD trabajamos con el claro propósito de dar futuro al socio ganadero ofreciendo productos naturales y servicios que mejoren la salud y la calidad de vida de las personas en un entorno sostenible. Este propósito a su vez está sustentado en los pilares de nuestra estrategia de sostenibilidad integral;

  • I             apoyo al medio rural,
  • II            salud y nutrición,
  • III           cuidado del entorno natural,
  • IV          empleador ejemplar.

El cumplimiento de este propósito, bajo cuyo paraguas llevamos a cabo todas las iniciativas que se ponen en marcha en la compañía, garantiza que todo lo que hacemos cumple los estándares para ser sostenibles tanto en el ámbito social, como en el económico y también en el medio ambiental. Prueba de ello es que en el mes de julio de este año hemos sido la primera empresa láctea española en obtener el certificado B-CORP por generar un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente a través de nuestra actividad.

¿Certificaciones como B-CORP son una herramienta útil en la consecución de esa excelencia?

Sin duda. Lo primero porque para obtener esta certificación hay que pasar un exhaustivo proceso de evaluación que audita las cinco áreas en las que empresas tienen impacto; gobernanza, trabajadores, comunidad, medio ambiente y clientes. Además, las compañías B-CORP deben incorporar a sus estatutos la consideración de todos los grupos de interés que forman parte de su cadena de valor en la toma de decisiones, lo que demuestra su grado de compromiso con estos. En definitiva, estamos hablando de la única certificación que mide el desempeño social y ambiental de las empresas equilibrando su propósito social con sus beneficios económicos. En nuestro caso, el modelo de negocio cooperativo apoyado en nuestro Plan de Sostenibilidad Integral han sido claves para obtener esta certificación.

¿Cuales son la prioridades estratégicas del Grupo para los próximos 3 años?

Nuestra prioridad pasa por el cumplimento del Plan 2020-2025 para continuar dando futuro a nuestras ganaderías familiares sostenibles. Queremos continuar creciendo para reforzar nuestro liderazgo en los mercados de leche, nata, mantequilla y bebidas vegetales, además de desarrollar nuestro proyecto en quesos junto a Lácteas Flor de Burgos y TGT. Los mercados internacionales serán otra palanca de crecimiento junto con la diversificación en la que continuaremos haciendo crecer los proyectos que hemos puesto en marcha, como Asana, el acuerdo con Cantabria Labs y “39ytu”.

Además, estamos trabajando para implantar nuevas medidas en tanto en nuestras ganaderías como en nuestras fabricas para avanzar hacia la neutralidad en carbono, continuando con la implantación de modelos de economía circular para dar cumplimiento a nuestros objetivos en el ámbito de la sostenibilidad ambiental.

¿Está en sus planes el crecimiento inorgánico del Grupo?

No descartamos ninguna operación, nuestro objetivo es dar futuro a la compañía para garantizar el futuro de nuestros ganaderos. De hecho, en el mes de enero de este año hemos adquirido el 50% de Lácteas Flor de Burgos SL con la finalidad de liderar conjuntamente el mercado de quesos y productos frescos. Se trata de un proyecto que junto con TGT nos servirá como plataforma para crecer en el mercado de quesos tanto en el ámbito nacional como internacional. Además, en nuestra estrategia de diversificación hemos hecho nuestra primera incursión en el mercado de bebidas funcionales entrando a formar parte de RAW SUPERDRINK con una participación del 25%.

Otra de las inversiones que hemos llevado a cabo en 2019 ha sido ENTOMO AGROINDUSTRIAL, empresa que está a la vanguardia tecnológica en el ámbito de la economía circular gracias al proceso que ha puesto en marcha a través de la mosca soldado para reducir los residuos convirtiéndolos en productos de alto valor añadido mitigando su impacto ambiental. Recientemente, hemos adquirido un 6% de BAIA FOD, startup que desarrolla la miraculina, una proteína que transforma el sabor ácido en dulce en nuestro compromiso por mejorar los hábitos alimentarios de la sociedad a través de una alimentación saludable con la finalidad de reducir el consumo de azúcar.

Esta crisis, ¿ha puesto en valor al sector agroalimentario?

El peso del sector agroalimentario supone aproximadamente el 10% del PIB de España, lo que demuestra que ya antes de la pandemia era un pilar estratégico en la economía española. Desde mi punto de vista, la crisis que estamos atravesando está otorgando el reconocimiento y la relevancia social que se merece el sector al desempeñar una actividad esencial que garantiza los alimentos a la población hasta en los momentos más complicados. Quiero resaltar el esfuerzo y capacidad de adaptación que están teniendo todos los agentes que forman parte de la cadena alimentaria, además de su espíritu de colaboración, ya que están siendo claves para afrontar esta situación.

En nuestro caso, y durante los momentos más complicados de la pandemia, hemos fortalecido nuestra cadena de suministro para poder hacer frente al incremento de la demanda como consecuencia del aumento del consumo en los hogares. También, y al igual que han hecho otras empresas del sector, hemos hecho donaciones de productos para aquellos que más lo necesitaban a través de organizaciones como el Banco de Alimentos, Cruz Roja, etc.

En el caso de Asturias, ¿por donde pasa el futuro de la industria agroalimentaria, especialmente en las pequeñas empresas?

En potenciar su acceso al mercado nacional e internacional, tratando de poner en valor la calidad de sus productos. Podrá haber oportunidades para integrarse o aliarse con grupos de empresas que faciliten el primer punto.

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